Moca.- Durante 17 años, Julián Tavárez se paseó por los más modernos y sofisticados escenarios de las Grandes Ligas. Tony Batista tuvo su época dorada, con cuatro campañas por encima de la treintena de jonrones, y Andy Marte permaneció un buen tiempo ranqueado entre los prospectos mimados del béisbol.
Hoy, por el peso de los años, las lesiones, el empuje de una nueva camada, se encuentran fuera de los lujos que proporcionan el jugar al más alto nivel, empero en su natal República Dominicana, la gran tierra que respira béisbol por doquier existe la Liga de Béisbol de Verano, entidad que los ha acogido para que de cualquier forma le den continuidad a una profesión que los catapultó al pináculo.
No importa que en el estadio Bragañita García de esta ciudad exista una diferencia del “cielo a la tierra” en cuanto a la disponibilidad de parqueos con relación al National Park, de Washington, el último de los nueve hogares que tuvo Tavárez en su carrera.
Por Pedro G. Briceño








0 comentarios:
Publicar un comentario
Tus comentarios son muy importantes. Deja tu comentario ahora mismo...