Una historia como la de José Gómez no se encuentra a la vuelta de la esquina.
A sus 24 años de edad, el nativo de República Dominicana forma parte de la gerencia de los Leones del Caracas como el coordinador de operaciones de beisbol, rol que cumplió con éxito con los Leones del Escogido y más reciente con la selección de su país que se coronó en el Clásico Mundial.
-¿Qué significa el beisbol para usted?
-Respiro puro beisbol. Además, parte del ADN de mi familia es beisbol. Tengo dos hermanos que juegan a nivel profesional. Yo no pude hacerlo, pero se me presentó la oportunidad de vivir del beisbol.
-Es graduado en la carrera de derecho. ¿Entonces cómo logra trabajar en el beisbol?
-Primero estuve en el periodismo. A los 17 años se dio la oportunidad de comenzar en la radio cubriendo ausencias, gracias a mi hermano (Héctor Gómez). Él fue quien me dijo que lo ayudara, porque a mi gustaba el beisbol, lo había jugado y en los medios tenía un mundo que podía explotar en un futuro cercano.
-¿Y cómo se da la oportunidad de entrar a la gerencia deportiva?
-Después de cinco años en los medios me llegó la oportunidad de entrar al equipo de operaciones de Leones del Escogido. Llegué por casualidad. Yo tenía una columna en la página de la liga (LIDOM) que se llamaba 'SABER-METRÍA'. Un día escribí sobre un cambio que entre los Leones del Escogido y los Toros del Este. Basándome las mediciones sabermétricas sugerí que Mauro Gómez, quien llegaba al Escogido, iba a mejorar. A Eduardo Najri y José Miguel Bonetti, directivos del Escogido, les gustó y me contactaron para que realizara un reporte estadístico para optimizar la alineación. Con las sugerencias, la situación del equipo mejoró notablemente. A partir de ahí comencé como asistente al gerente general, Moisés Alou, a mitad de la temporada 2011-2012 y logramos el campeonato.
-¿Cómo fue su crecimiento profesional dentro del Escogido?
-Después de ganar la Serie del Caribe aumentaron mis responsabilidades en el equipo. Ya no solo eran las estadísticas. Comencé a tramitar los permisos de los peloteros con los equipos de MLB.
-¿Qué significa Moisés Alou para usted?
-Moisés Alou es mi papá. Gracias a él aprendí a escuchar a la gente con experiencia. Pudimos hacer buena química porque siempre me respetó, a pesar de que tuvimos opiniones diferentes en varias ocasiones. Él solo tenía que darme órdenes, porque era mi jefe (risas), pero siempre me escuchaba y me daba la oportunidad de desenvolverme en el medio.
-¿Cómo se le presenta la oportunidad de trabajar en el Clásico Mundial?
-Cuando nombran a Moisés gerente general del equipo, él se me acercó y me hizo saber que estaba consciente de mi deseo de estar ahí. Recuerdo que me dijo: 'quieres estar en prensa o en operaciones?. No hay mucha nómina y quizá solo me lleve dos asistentes'. Por cosas del destino, Junior Noboa, uno de los asistentes, tuvo que pasar al cuerpo técnico por la renuncia de uno de los coach. Entonces me quedé con Kevin Flete asistiendo a Alou.
-¿El campeonato del Clásico Mundial marcó un ante y un después?
-Claro, porque la gente que antes me veía como un simple asistente de Moisés, me vio trabajar bajo la presión de un equipo nacional, donde hay muchas figuras.
-¿Cómo ha llevado el trato con los peloteros?
-Yo siempre les hago saber que ellos son lo más importante en este negocio. Sin ellos no hay beisbol. También les muestro respeto en todo momento.
-¿Cómo ha sido su experiencia en Venezuela?
-Muy buena. Me gusta este beisbol, porque es muy organizado. El nivel de la importación es muy buena, no tiene nada que envidiarle al de Dominicana. Aquí el talento es más segregado porque hay ocho equipos. La competitividad es una parte importante de la liga. En Dominicana también hay mucho talento, pero a veces se pierde porque no tienen oportunidad de mostrarse.
-¿Qué le agregarías a la Liga, si te pidieran un aporte?
-Está bien. No necesita grandes cambios. Uno puede estar de acuerdo o no con el roster semanal, pero son cuestiones de criterios o reglas.
-¿Qué sensaciones ha sentido en los Caracas-Magallanes?
-Impresionante, ambiente de serie final en el inicio de temporada. Mucho ruido, mucha tensión.
-¿Desde las oficinas se puede sentir la tensión del público?
-Por supuesto. La afición es muy exigente y más la del Caracas. Siempre van a tener algo que cuestionar, pero eso pasa en todos lados.
-Usted entró a la gerencia del Caracas por gran dominio de las nuevas estadísticas...
-Tengo 24 años y comencé este negocio a los 17. Por más que yo quiera entender el beisbol por la experiencia, no puedo. Si de aquí a 20 años puedo analizar a un bateador con solo verlo, lo haré. Pero en este momento no y no puedo engañar al que me contrata, diciendo que un pelotero va a ser una estrella con solo verlo una vez. Si veo a jugador sin chequear sus estadísticas, posteriormente los números me van a confirmar la hipótesis. El número te dice el qué, y ver el pelotero te dice el por qué. Es imposible querer pensar entender el beisbol desde la experiencia siendo una persona tan joven.
-¿Siente que a la afición le simpatiza la sabermetría?
-La afición es curiosa y quiere saber. Poco a poco va a ir entendiendo. Lo que sí no me parece es que la sabermetría sea una herramienta para el periodismo, porque no puedes bombardear a la gente con tantos números.
-¿Se imagina su vida sin beisbol?
-No me la imagino sin deportes. También me gusta el baloncesto y trabajé un tiempo en ese negocio, pero me quedé con el beisbol.
El Universal - Venezuela
A sus 24 años de edad, el nativo de República Dominicana forma parte de la gerencia de los Leones del Caracas como el coordinador de operaciones de beisbol, rol que cumplió con éxito con los Leones del Escogido y más reciente con la selección de su país que se coronó en el Clásico Mundial.
-¿Qué significa el beisbol para usted?
-Respiro puro beisbol. Además, parte del ADN de mi familia es beisbol. Tengo dos hermanos que juegan a nivel profesional. Yo no pude hacerlo, pero se me presentó la oportunidad de vivir del beisbol.
-Es graduado en la carrera de derecho. ¿Entonces cómo logra trabajar en el beisbol?
-Primero estuve en el periodismo. A los 17 años se dio la oportunidad de comenzar en la radio cubriendo ausencias, gracias a mi hermano (Héctor Gómez). Él fue quien me dijo que lo ayudara, porque a mi gustaba el beisbol, lo había jugado y en los medios tenía un mundo que podía explotar en un futuro cercano.
-¿Y cómo se da la oportunidad de entrar a la gerencia deportiva?
-Después de cinco años en los medios me llegó la oportunidad de entrar al equipo de operaciones de Leones del Escogido. Llegué por casualidad. Yo tenía una columna en la página de la liga (LIDOM) que se llamaba 'SABER-METRÍA'. Un día escribí sobre un cambio que entre los Leones del Escogido y los Toros del Este. Basándome las mediciones sabermétricas sugerí que Mauro Gómez, quien llegaba al Escogido, iba a mejorar. A Eduardo Najri y José Miguel Bonetti, directivos del Escogido, les gustó y me contactaron para que realizara un reporte estadístico para optimizar la alineación. Con las sugerencias, la situación del equipo mejoró notablemente. A partir de ahí comencé como asistente al gerente general, Moisés Alou, a mitad de la temporada 2011-2012 y logramos el campeonato.
-¿Cómo fue su crecimiento profesional dentro del Escogido?
-Después de ganar la Serie del Caribe aumentaron mis responsabilidades en el equipo. Ya no solo eran las estadísticas. Comencé a tramitar los permisos de los peloteros con los equipos de MLB.
-¿Qué significa Moisés Alou para usted?
-Moisés Alou es mi papá. Gracias a él aprendí a escuchar a la gente con experiencia. Pudimos hacer buena química porque siempre me respetó, a pesar de que tuvimos opiniones diferentes en varias ocasiones. Él solo tenía que darme órdenes, porque era mi jefe (risas), pero siempre me escuchaba y me daba la oportunidad de desenvolverme en el medio.
-¿Cómo se le presenta la oportunidad de trabajar en el Clásico Mundial?
-Cuando nombran a Moisés gerente general del equipo, él se me acercó y me hizo saber que estaba consciente de mi deseo de estar ahí. Recuerdo que me dijo: 'quieres estar en prensa o en operaciones?. No hay mucha nómina y quizá solo me lleve dos asistentes'. Por cosas del destino, Junior Noboa, uno de los asistentes, tuvo que pasar al cuerpo técnico por la renuncia de uno de los coach. Entonces me quedé con Kevin Flete asistiendo a Alou.
-¿El campeonato del Clásico Mundial marcó un ante y un después?
-Claro, porque la gente que antes me veía como un simple asistente de Moisés, me vio trabajar bajo la presión de un equipo nacional, donde hay muchas figuras.
-¿Cómo ha llevado el trato con los peloteros?
-Yo siempre les hago saber que ellos son lo más importante en este negocio. Sin ellos no hay beisbol. También les muestro respeto en todo momento.
-¿Cómo ha sido su experiencia en Venezuela?
-Muy buena. Me gusta este beisbol, porque es muy organizado. El nivel de la importación es muy buena, no tiene nada que envidiarle al de Dominicana. Aquí el talento es más segregado porque hay ocho equipos. La competitividad es una parte importante de la liga. En Dominicana también hay mucho talento, pero a veces se pierde porque no tienen oportunidad de mostrarse.
-¿Qué le agregarías a la Liga, si te pidieran un aporte?
-Está bien. No necesita grandes cambios. Uno puede estar de acuerdo o no con el roster semanal, pero son cuestiones de criterios o reglas.
-¿Qué sensaciones ha sentido en los Caracas-Magallanes?
-Impresionante, ambiente de serie final en el inicio de temporada. Mucho ruido, mucha tensión.
-¿Desde las oficinas se puede sentir la tensión del público?
-Por supuesto. La afición es muy exigente y más la del Caracas. Siempre van a tener algo que cuestionar, pero eso pasa en todos lados.
-Usted entró a la gerencia del Caracas por gran dominio de las nuevas estadísticas...
-Tengo 24 años y comencé este negocio a los 17. Por más que yo quiera entender el beisbol por la experiencia, no puedo. Si de aquí a 20 años puedo analizar a un bateador con solo verlo, lo haré. Pero en este momento no y no puedo engañar al que me contrata, diciendo que un pelotero va a ser una estrella con solo verlo una vez. Si veo a jugador sin chequear sus estadísticas, posteriormente los números me van a confirmar la hipótesis. El número te dice el qué, y ver el pelotero te dice el por qué. Es imposible querer pensar entender el beisbol desde la experiencia siendo una persona tan joven.
-¿Siente que a la afición le simpatiza la sabermetría?
-La afición es curiosa y quiere saber. Poco a poco va a ir entendiendo. Lo que sí no me parece es que la sabermetría sea una herramienta para el periodismo, porque no puedes bombardear a la gente con tantos números.
-¿Se imagina su vida sin beisbol?
-No me la imagino sin deportes. También me gusta el baloncesto y trabajé un tiempo en ese negocio, pero me quedé con el beisbol.
El Universal - Venezuela









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