SANTO DOMINGO. Un equipo anfitrión con serios apuros de levantar un título para un país con tres lustros fuera del pódium, una Cuba ansiosa de demostrar su nivel ante profesionales y dos novenas sin pedigrí en representación de los principales exportadores de peloteros (Dominicana y Venezuela) salen hoy a tratar de impedir que México imponga una hegemonía en la Serie del Caribe bajo el nuevo formato.
La una vez llamada Pequeña Serie Mundial disputará entre hoy y el domingo en una de sus sedes más emblemática una edición que, si bien no abundarán figuras establecidas en la Gran Carpa como en décadas pasadas, promete un gran espectáculo competitivo repleto de novedades.
Los Cangrejeros de Santurce, una de las franquicias más tradicionales de Puerto Rico, con 13 coronas, sólo detrás de Mayagüez (18) y Caguas (16), fueron los últimos representantes boricuas en ganar el torneo, en el año 2000, cuando a base de palos arruinaron la fiesta a unas reforzadas Águilas Cibaeñas en el parque Quisqueya. Era el equipo de José Valentín, José Vidro, Armando Ríos y Alonzo Powell.
Santurce acogerá esta serie en su hogar, el estadio Hiram Bithorn de San Juan, precedido de un campeonato en el que el público comenzó a regresar al estadio capitalino (más de 10 mil espectadores en el juego final con tambores y los cánticos que caracterizó al fanático boricua el siglo pasado), un buen síntoma de recuperación para una liga que había tocado fondo.
Sólo el Licey (con 10) ha ganado más corona regionales que las cinco de Santurce y las Águilas Cibaeñas. Los boricuas se han reforzado con 11 hombres, entre ellos los lanzadores Fernando Cabrera, Nelvin Fuentes, Hiram Burgos, Mario Santiago, Juan Carlos Romero y Giovanni Soto.
Los Vegueros de Pinar del Río se estrenan en el circuito, pero los cubanos no quieren pecar de inocentes, y han fortalecido su representación con 18 integrantes de su selección nacional, entre ellos figuras del calibre de Yulieski Gourriel, Alfredo Despaigne y Frederich Cepeda.
Cuba, el primer rival de los Gigantes del Cibao mañana (1:05 p.m.), debuta hoy contra los mexicanos Tomateros de Culiacán en el choque de apertura (1:05 p.m.).
La escuadra de Audo Vicente llega a Bonrinquen con la ambición de convertirse en el primer representante dominicano que gana la serie en su estreno. Si bien Licey y Escogido levantaron la copa tan rápido como sus segundos intentos (1971 y 1988), a las Águilas (el otro dominicano con el trofeo en su vitrina) les costó ocho visitas para subir al tope del béisbol caribeño.
La escuadra nordestana, la segunda de expansión que representa al país tras los Toros en 1995 y 2011, apelará a la velocidad, el bateo profundo en un parque que la pelota corre y a la profundidad de su pitcheo.
Venezuela también llega con un representante de escasa historia en los Caribes de Anzoátegui. Los bolivarianos van al certamen por segunda vez (tras 2011 en Mayagüez) con una nómina casi intacta.
A la ofensiva sobresalen los nombres de Oswaldo Arcia, José Castillo, Balbino Fuenmayor, Oscar Salazar, Alexi Amarista, Ehire Adrianza, Niuman Romero y Félix Pérez, el cubano que ayudó al Licey a ganar la corona 21 en 2014 y que acaba de ganar el Jugador Más Valioso en la final venezolana.
México, que ha ganado tres de las últimas cuatro series, apela esta vez a Culiacán, elenco que llevaba una década ausente del certamen. Es un equipo que invoca el juego pequeño al estilo Dean Treanor pero en la persona de Benjamín Gil, que juega gran defensa, pero con un pitcheo cuestionable.
Los cuatro equipos de mejor registro disputarán la semifinal el sábado y los ganadores el título el domingo.
En la segunda etapa, solo Dominicana se ha llevado el cetro en tres años en fila (1997-99) con dos de las Águilas y una del Licey. Cuba tiene el récord de más series ganadas en fila, con cinco, pero en la primera etapa (1956-1960).
POR NATHANAEL PÉREZ NERÓ - Diario Libre
La una vez llamada Pequeña Serie Mundial disputará entre hoy y el domingo en una de sus sedes más emblemática una edición que, si bien no abundarán figuras establecidas en la Gran Carpa como en décadas pasadas, promete un gran espectáculo competitivo repleto de novedades.
Los Cangrejeros de Santurce, una de las franquicias más tradicionales de Puerto Rico, con 13 coronas, sólo detrás de Mayagüez (18) y Caguas (16), fueron los últimos representantes boricuas en ganar el torneo, en el año 2000, cuando a base de palos arruinaron la fiesta a unas reforzadas Águilas Cibaeñas en el parque Quisqueya. Era el equipo de José Valentín, José Vidro, Armando Ríos y Alonzo Powell.
Santurce acogerá esta serie en su hogar, el estadio Hiram Bithorn de San Juan, precedido de un campeonato en el que el público comenzó a regresar al estadio capitalino (más de 10 mil espectadores en el juego final con tambores y los cánticos que caracterizó al fanático boricua el siglo pasado), un buen síntoma de recuperación para una liga que había tocado fondo.
Sólo el Licey (con 10) ha ganado más corona regionales que las cinco de Santurce y las Águilas Cibaeñas. Los boricuas se han reforzado con 11 hombres, entre ellos los lanzadores Fernando Cabrera, Nelvin Fuentes, Hiram Burgos, Mario Santiago, Juan Carlos Romero y Giovanni Soto.
Los Vegueros de Pinar del Río se estrenan en el circuito, pero los cubanos no quieren pecar de inocentes, y han fortalecido su representación con 18 integrantes de su selección nacional, entre ellos figuras del calibre de Yulieski Gourriel, Alfredo Despaigne y Frederich Cepeda.
Cuba, el primer rival de los Gigantes del Cibao mañana (1:05 p.m.), debuta hoy contra los mexicanos Tomateros de Culiacán en el choque de apertura (1:05 p.m.).
La escuadra de Audo Vicente llega a Bonrinquen con la ambición de convertirse en el primer representante dominicano que gana la serie en su estreno. Si bien Licey y Escogido levantaron la copa tan rápido como sus segundos intentos (1971 y 1988), a las Águilas (el otro dominicano con el trofeo en su vitrina) les costó ocho visitas para subir al tope del béisbol caribeño.
La escuadra nordestana, la segunda de expansión que representa al país tras los Toros en 1995 y 2011, apelará a la velocidad, el bateo profundo en un parque que la pelota corre y a la profundidad de su pitcheo.
Venezuela también llega con un representante de escasa historia en los Caribes de Anzoátegui. Los bolivarianos van al certamen por segunda vez (tras 2011 en Mayagüez) con una nómina casi intacta.
A la ofensiva sobresalen los nombres de Oswaldo Arcia, José Castillo, Balbino Fuenmayor, Oscar Salazar, Alexi Amarista, Ehire Adrianza, Niuman Romero y Félix Pérez, el cubano que ayudó al Licey a ganar la corona 21 en 2014 y que acaba de ganar el Jugador Más Valioso en la final venezolana.
México, que ha ganado tres de las últimas cuatro series, apela esta vez a Culiacán, elenco que llevaba una década ausente del certamen. Es un equipo que invoca el juego pequeño al estilo Dean Treanor pero en la persona de Benjamín Gil, que juega gran defensa, pero con un pitcheo cuestionable.
Los cuatro equipos de mejor registro disputarán la semifinal el sábado y los ganadores el título el domingo.
En la segunda etapa, solo Dominicana se ha llevado el cetro en tres años en fila (1997-99) con dos de las Águilas y una del Licey. Cuba tiene el récord de más series ganadas en fila, con cinco, pero en la primera etapa (1956-1960).
POR NATHANAEL PÉREZ NERÓ - Diario Libre









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