domingo, 25 de enero de 2015

Las series finales. #lidom

pelota criolla
Ese periodo, el último tramo de los torneos nacionales de béisbol, posee particularidades muy especiales, que por su naturaleza les ha permitido a muchos jugadores protagonizar momentos, que por el dramatismo del escenario, se enmarcan en los históricamente inolvidables.

En el aspecto ofensivo se destaca el jonrón disparado por Andy Abad en el 2002 que condujo al Licey a ceñirse una corona frente a las Águilas, que al inicio del evento lucía lejana dada la diferencia de las escuadras.

Asimismo, la ofensiva desplegada por Mickey Hatcher en 1980 conectando dos sencillos, un doble, un triple y cuatro jonrones en seis partidos cuando los Tigres derrotaron a las Estrellas, llevándole esos batazos a acumular un slugging de 1.150.

Uno de los datos menos mencionados es el que se refiere a los líderes de por vida en los principales departamentos porcentuales del ataque. El mejor promedio de bateo, entre los hombres con un mínimo de cien apariciones al plato en estos eventos, le corresponde a Bonny Castillo, un astronómico .379, superando los .352 que Felipe Alou acumuló en diez series. En slugging, prevalece Mendy López con .685 y en porcentaje de embasarse (OBP) el legendario Ricardo Carty encabeza con .459. Solo López y este último acumulan un OPS de más de 1.000, 1.121 y 1.005 respectivamente.

En lo referente al pitcheo, han sido muchos los trabajos desde el montículo que han quedado grabados permanentemente en las páginas de la historia. Tres sobresalen en mi particular registro, la joya elaborada por el zurdo Miguel Cuellar en 1968 defendiendo la casaca verde de las Estrellas cuando blanqueó al Escogido retirando a los primeros 23 hombres que enfrentó, hasta que Antulio Martínez le disparó un indiscutible que fue el único daño que recibió en el juego. Igualmente, los trabajos como relevistas de Charlie Hough con el Licey en 1972 y de Steve Ratzer con el Escogido en 1981. El primero, afanó en siete de los ocho juegos de la serie frente a las Águilas, completando 21 episodios en los que le anotaron tres carreras, todas inmerecidas.

Ratzer, fue el elemento clave de la victoria roja de ese año, también contra las Águilas, sobre todo con un relevo de 6.2 episodios en el juego decisivo que se extendió a trece entradas y del que se recuerda más, el pasaporte que con las bases llenas le otorgó Jerry Augustine a Harry Spillman para que cruzara el plato la anotación concluyente.

En la defensa, deslumbra la atrapada del guardabosque central de las Águilas Don Bosch en el octavo juego del certamen de 1967. Con anotación tres a dos a su favor, esta ocurrió a un batazo con vocación de extrabase disparado por el receptor rojo Federico Velásquez con corredores en la inicial y la antesala y dos outs, y el evento favoreciendo a los cibaeños cuatro a tres, a la altura del octavo episodio. Esta, fue determinante para que al final obtuvieran la corona en ese juego.

Por Tony Piña Cámpora - Listin Diario
tonypinacampora@gmail.com Twitter:@pinacampora

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